¿Estudiar por vocación o por necesidad?

La acción de estudiar en ocasiones puede resultar tediosa. Elaboramos trabajos, estudiamos asignaturas que no nos agradan, nos levantamos cuando aún no amanece, el trato con algún que otro profesor… Todo ello puede llegar a ser soporífero.

Si a ello le incluimos un trabajo que nos ayuda a «sobrevivir» pero que no nos satisface ni nos cubre necesidades emocionales, entonces comprobamos que es un auténtico horror.

La única manera factible de sentirse bien y conseguir lo que se quiere, es haciéndolo por vocación.

Quizás la importancia de la vocación no sea un punto clave que te estés planteando ahora mismo. Lo que predomina mayormente en tus pensamientos sea la necesidad y por ello la salida laboral. La lógica que te planteas a simple vista es sencilla, y es el pensar en una carrera con mayor salida. Aspirando así a tener estabilidad económica en un futuro no muy lejano.

Pero si te paras a pensar de forma más profunda y sensata, nos daremos cuenta de que estudiar algo que no nos agrada y que por ende, nos incomoda para así, acabar consiguiendo un empleo acorde a ello y que nos ocupe la gran mayor parte del tiempo, sin satisfacción alguna, no es nada saludable ni estimulante.

A la hora de escoger nuestro plan de vida, la carrera a desarrollar y el empleo al que dedicar nuestro tiempo, debemos visualizarnos del modo en que nos queremos ver, así como capacitarnos con aquello que nos hace sentir bien y ser el mejor en nuestra habilidad.

Estudiar y optar por un empleo y/o emprendimiento vocacional debería ser tu objetivo/meta. Las altas remuneraciones, valoraciones, obsequios y demás conmemoraciones ya llegarán según vaya avanzando tu carrera.

Es imprescindible vivir cada día y disfrutar de lo que se hace. No por tener algo más tedioso o mayor remunerado aún no gustándote, va a ser la mejor opción. Pues la mejor salida tanto para tu futuro como para tu salud, es hacer de tu vocación tu profesión.

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