El huerto urbano ¿Moda o necesidad? (Por Laura San José)
Hace ya algún tiempo como raza y humanidad estamos entrando (sino es que ya hemos entrado) en un nuevo paradigma, una nueva forma de ver las cosas, otra mentalidad, aquella que tiene un sentido más espiritual, aquella que vuelve al origen.
No es casualidad que muchas personas hayan empezado a realizar yoga o a meditar. Tampoco es casualidad que tu vecino quiera comer más sano y haya dejado las carnes y los lácteos.
En esto último me detengo. Hay ganas de volver a la cocina de la abuela, a la receta casera o comer más sano porque lo que metemos en nuestro cuerpo ahora sí nos importa. No más comida chatarra ni productos con unas altas cantidades de químicos y conservantes. Estamos despertando.
Es por eso que el Huerto urbano ha tomado espacio: Voz y voto.
¿Moda? No lo creo. Lo que sí creo es que hay una necesidad expresa de querer saber lo que comemos, de querer sembrar lo propio, de cuidar nuestro cuerpo y el de nuestros hijos con verduras a las cuales vimos nacer y conocemos su camino.
Por eso el huerto es una necesidad… una necesidad que se ha puesto de moda porque todos queremos copiar, y saber, y comer la misma lechuga que Manuel y el mismo tomate que Adriana, ese… que no lleva ningún conservante ni químico agregado, ese que sabe tan rico y es tan sano.
Como todo oficio y práctica es necesario de un saber… Un saber que se adquiere, por ejemplo, en un curso y que se hace carne con la práctica.
Aprende, siembra y come.