Es que al dar consideración positiva incondicional, entre otras «condiciones suficientes para el cambio terapéutico», el cliente podrá recuperar su funcionamiento organísmico óptimo.
Constantemente, Rogers en su obra «Psicoterapia Centrada en el Cliente», enfatiza que las emociones, en muchos casos disfuncionales, se manifiestan visceral o fisiológicamente. Pero que estas expresiones emocionales no son representadas de forma adecuada en la consciencia. Ya que su representación podría suponer un peligro para la propia percepción que se tiene de sí mismo y peligrar con ello la propia autoestima. A través de esta psicoterapia el cliente toma conciencia de tal expresión fisiológica y puede representarla e integrarla en el conjunto de sus percepciones sobre sí mismo y el mundo.